BIOGRAFIAS - El cura gaucho
Se recuerda a una figura que aun pasados más de cien años de su fallecimiento, perdura en sus obras materiales y espirituales.
José Gabriel del Rosario Brochero, nació en Santa Rosa del Río Primero, Córdoba, el 16 de marzo de 1840, siendo bautizado al día siguiente, por temor a una muerte prematura dado la fragilidad de la vida infantil en aquella época.
Este sacerdote católico argentino, llamado popularmente el Cura Gaucho, marcó a su provincia y a su patria para siempre, por su religiosidad mezclada con una fuerte personalidad, orientada a ayudar a los pobres y a realizar obras materiales y espirituales que transformaron zonas postergadas del país, donde abrió escuelas, proyectó el ferrocarril, organizó grupos para abrir caminos y acequias, y construir diques y una Casa de Ejercicios Espirituales.
El 5 de marzo de 1856 ingresó al Seminario y en 1858 concurrió a la Universidad Nacional Mayor de San Carlos en donde conoció al futuro presidente Miguel Juárez Celman con el que inició una amistad que perduraría a lo largo de sus vidas.
El Padre Brochero fue ordenado presbítero a los 26 años de edad, por el obispo José Vicente Ramírez de Arellano. El 10 de diciembre de 1866 ofició su primera misa.
En 1867, Brochero colaboró en el socorro de los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó a la ciudad de Córdoba.
El 24 de diciembre de 1869 partió de la ciudad de Córdoba para hacerse cargo del curato de San Alberto, actualmente conocido como el Valle de Traslasierra, instalado en la localidad de Villa del Tránsito. Allí construyó la "Casa de Ejercicios Espirituales de Traslasierra".
Buscando llevar el progreso a zonas más apartadas de los grandes centros urbanos y que necesitaban un impulso en lo económico y social, organizó a los pobladores y construyó el llamado Camino de altas cumbres, incluyendo interesantes puentes de piedra, uniendo al cabo de 200 km la población de Villa del Tránsito (actual Villa Cura Brochero) con la ciudad de Córdoba.
También bregó para que se extendiera el ramal ferroviario desde Villa Mercedes hasta Cruz del Eje, aunque no obtuvo el mismo éxito para que se trazara un ferrocarril desde la ciudad de Córdoba directamente hasta Villa del Tránsito.
A partir del 12 de agosto de 1898 estuvo como canónigo efectivo en la catedral de la ciudad de Córdoba, comenzando en “la Docta” una estadía por cuatro años, cuando amanecía el siglo XX, que acrecentó su figura e influencia a través de los diarios y periódicos de la ciudad donde publicó numerosas cartas. El mayor contacto con los gobernantes no impidió su permanencia cerca de los pobres; en tal sentido, realizó misiones en distintas zonas rurales y en especial en la penitenciaría, asistiendo espiritualmente a los presos.
Falleció pobre, ciego y leproso (él decía “embichado”), en Villa del Tránsito, hoy Villa Cura Brochero, el 26 de enero de 1914.
Fue declarado "Venerable"" por el papa Juan Pablo II en el 2004. Se le atribuye un milagro por la recuperación de un niño que estaba al borde de la muerte y cuya sanación se atribuyó a la intercesión del presbítero Brochero.
El 20 de diciembre de 2012, el papa Benedicto XVI firmó el decreto en el que valida el milagro de Brochero. Declarado “Beato”, la ceremonia de beatificación se realizó el 14 de septiembre de 2013 en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero, en Traslasierra.
Con motivo de la beatificación, el Papa Francisco destacó la figura del flamante beato cura Brochero como "pastor con olor a ovejas", y afirmó que el sacerdote fue un "pionero" de la evangelización al llevar el mensaje de Cristo a las "periferias geográficas" y al hacerse "pobre entre los pobres". En un mensaje enviado al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, el Pontífice subrayó el "coraje apostólico" de Brochero que, a lomo de mula, llevó el Evangelio a los sectores más humildes.
"Que el cura Brochero esté entre los beatos es una alegría y una bendición muy grande para los argentinos y devotos de este pastor con olor a oveja, que se hizo pobre entre los pobres, que luchó siempre por estar bien cerca de Dios y de la gente, que hizo y continúa haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro pueblo sufrido", subrayó el Papa.
FUENTE:
BROCHERO, J. Gabriel.- “Yo soy Yo”.- Editora Patria Grande, Buenos Aires, 2010.-